Pablo Naranjo
EditorPasaron varios años hasta que 'Gran Hermano' volvió a brindarnos con una entrega de anónimos, la cual fue emitida en septiembre de 2024. La última antes de ésta tuvo lugar en 2017 y contó con la peculiaridad de que, en un primer momento, eran 100 personas las que compartían la icónica casa de Guadalix de la Sierra.
Fue así como nos sumergimos en 'GH Revolution', donde Carlos Bernal se convirtió en uno de los elegidos. En la actualidad, el concursante es un chef de prestigio que ha enfocado su carrera en la hostelería. Sin embargo, ha ofrecido una reciente entrevista en la que ha hablado sin pelos en la lengua sobre su aventura en el reality de Telecinco.
Tal y como el cocinero ha desvelado en el podcast 'El Guardián de los Sabores', el concurso es "una caja de ratas con cristales. Todo está monitorizado", comienza a decir. En palabras de Bernal, si bien es cierto que "no hay un guion", había "tantas cosas que no se ven y que dices 'si esto se ve fuera, se echa la sociedad encima'".
Según Carlos, la organización hizo todo lo posible para conseguir el enfrentamiento de los participantes: "Me han puesto bocinas de camión para que no me pueda echar la siesta", confiesa el chef rememorando que les dejaron "encerrados en la habitación 48 horas porque vamos a montar el decorado de Navidad", apunta.
"Al final se te gripa la cabeza, y cuanto más gripada tengas la cabeza, el pollo será más gordo. Con el que peor te llevas, ese es con el que te juntan en todas las pruebas. Duermes al lado de tu peor enemigo", advierte el ex concursante en 'El Guardian de los Sabores'.
Fotos | Telecinco y YouTube
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